El cartelismo valenciano vive malos tiempos, pero no por falta de profesionales sino por ausencia de criterio del Ayuntamiento de Valencia.
“Un cartel es un grito”. La primera vez que escuché esta frase fue en boca de Paco Bascuñán, refiriéndose al cartelismo durante la Guerra Civil y haciendo alusión a lo directo que tenía que ser un cartel en una pared, a cómo alguien que pasase por delante debía captar y entender el mensaje. Continuar leyendo…